Carrie Fisher: La princesa Leia cuyo legado trascendió a la cultura popular

Fisher también fue una prolífica escritora y un ejemplo para muchas mujeres, que tras su papel contribuyó a darle más protagonismo a las mujeres en Hollywood. Hasta el día de hoy se le recuerda como un icono femenino, que rompió estereotipos y marcó un hito en la historia.

Un personaje que rompió con el estereotipo de las princesas y que abrió la puerta a muchas mujeres para que, recordemos a la hija de Debby Reynolds y su legado que trasciende Star Wars.

Es 1977, cuando «Una Nueva Esperanza» llegó a los cines, vimos como Luke llega a la Estrella de la Muerte y proclama con determinación: “Soy Luke Skywalker, estoy aquí para rescatarte”. Pero cuando la cámara cambia a la princesa Leia, ella, recostada, frunce el ceño y pregunta:” ¿Eres quién?”

Es un momento pequeño, casi fugaz, pero con un gran significado. Porque, esa frase, con una mirada desafiante mientras frunce el ceño, Leia cambia el concepto típico de las princesas. Deja en claro que puede estar angustiada, pero no es una “damisela” débil, especialmente una que no necesita un salvador.

A medida que avanza la historia, la vemos liderando la rebelión contra un régimen fascista, luchando en primera línea por sus derechos y los derechos de su pueblo, y haciéndolo todo en sus propios términos, en lugar de recibir órdenes de los hombres que la rodean. Y ese no es solo el legado de Leia, también es Carrie Fisher.

En Leia, Fisher nos dio el último sobreviviente. Era alguien que había perdido todo: su familia, su hogar, todos los quedaba de su vida anterior. Más tarde en The Force Awakens, perdió a su propio hijo, a su hermano por un destino desconocido e incluso al amor de su vida.

Despojada de todo y, sin embargo, nunca se rindió. No fue una princesa frágil o dependiente. Nunca se inclinó ante el miedo, no se rompió al dolor o la desesperanza. Se dobló, se desgarró, sin duda, pero Leia siempre fue la chispa de la eterna lucha.

Carrie Fisher encarnó a una mujer capaz de unirlos a todos, porque Leia era el ejemplo de nuestras luchas y demostró que nunca tenemos que retroceder o ceder ante nuestros miedos.

 Era la líder, la princesa, la general. Por eso, Carrie siempre vivirá en nuestra memoria, e incluso ha obtenido una especie de inmortalidad, la tan anhelada inmortalidad que los Sith nunca lograron.

A finales de los años 70 y 80, cuando a las mujeres no se les daba la voz suficiente, Fisher criticó audazmente el sexismo de Hollywood. Carrie habló extensamente sobre convertir a la princesa Leia en un objeto sexual, sobre las mujeres que son estereotipadas, sobre la condescendencia de sus contrapartes masculinas, sobre los estándares injustos de la belleza femenina, y más tarde, sobre envejecer en Hollywood.

El haber desempeñado un rol desafiante y empoderado ayudó a que otras actrices pudieran desenvolverse y poder opinar cuando no se sientan cómodas en la producción donde están trabajando. Es por ese motivo y muchos más, que el legado de Carrie Fisher no soló será reconocido por su papel en Star Wars, sino en la cultura popular.