“Creé Fundación TACAL el año 1985 cuando había una alta cesantía en el país. Nosotros hablábamos de formar para el trabajo a personas con discapacidad e incluirlas en un empleo regular, con remuneración regular, sin comprender que la inclusión es dignidad. Nos tildaron de locos, soñadores, ilusos y tantos otros apelativos”, recuerda Andrea Zondek, máster en Integración de Personas con Discapacidad de la Universidad de Salamanca y terapeuta ocupacional de la Universidad de Chile. “Hoy con mucho orgullo, a pesar de las adversidades, podemos decir que más de 2.700 personas están trabajando gracias a la capacitación y proceso de inclusión laboral que hemos realizado en la fundación”, añade.