I am not Plastic: un producto que mantiene lo bueno del plástico y no contamina al planeta
Actualmente, el nivel de contaminación que ocasiona el plástico en el mundo está causando una grave crisis ambiental. Y se estima que de aquí a un par de décadas, si no se realiza un cambio radical en el proceso de degradar el plástico, estaremos infestados con toneladas de basura en nuestros océanos y vertederos. Sin embargo, hay una propuesta nacional que intenta dar un paso a la conciencia del cuidado ambiental, en base a productos que ayudan con una manera más rápida de degradar el plástico.
Se trata de I am not Plastic, un emprendimiento que procura trabajar con el plástico desde su verdadera esencia, pero con la diferencia de que sea 100% compostable. Esto quiere decir que, bajo condiciones específicas, los desechos podrán degradarse en su totalidad, convirtiéndose en un abono natural; no así el plástico convencional, que tardará siglos en desaparecer.
Según Rodrigo Sandoval, socio fundador de I am not Plastic, esta propuesta «nació primero en el 2019, con una marca de botellas 100% compostables llamada Green 1ST. Partimos el 2019 con eso, y ahí nos empezamos a involucrar con el tema de los bioplásticos y los plásticos compostables. Y cuando comenzó la pandemia, nos dedicamos a desarrollar la marca, a investigar sobre los productos, sobre las distintas combinaciones de biopolímeros, etcétera».
Green 1ST es el emprendimiento hermano que, en vez de crear productos para el hogar, se dedican a fabricar botellas compostables. Además de ser biodegradables y reciclables, también están libres de químicos y toxinas.
Por si te lo preguntas, ellos no trabajan renovando la basura, sino que ofrecen «productos que reemplazan a los plásticos de un solo uso de los hogares, por plásticos compostables. Significa que, en un ambiente de compostaje, vuelven a la tierra dentro de tres a seis meses».
Pero, si el producto no lo composto y lo tiro a la basura, ¿también se degradará? A esta incógnita, Rodrigo asegura que «si no tiene la posibilidad de ponerlo junto a los productos orgánicos del hogar, se recomienda no reciclarlo, sino que tirarlo a la basura convencional. Si no lo tira a la basura convencional, eso se degradará mucho más rápido que un plástico común, sin embargo, no va a cumplir con los tres a seis meses que demora en descomponerse. Es decir, se va a demorar mucho menos, tal vez dos, tres o cuatro años; y no 300 años como un plástico convencional».
Esto es lo realmente importante de esta propuesta. Si hoy en día la contaminación es un problema cada vez mayor, es porque el plástico es el material más utilizado para la mayoría de productos. Pero tarda siglos en degradarse, y lo único que hará será acumularse por todos lados. Por lo tanto, I am not Plastic acorta bastante esa brecha; a unos meses si se realiza el compostaje adecuadamente, o a un par de años, tirándose a la basura.
Por otro lado, este es un negocio que está recién surgiendo, y tienen un largo camino por delante para posicionarse de buena manera en el mercado del hogar. Por lo que los desafíos que Rodrigo y sus socios se han impuestos para lograr este objetivo, están los de «tener mayor despliegue en distintas tiendas y retail. Tener nuestra marca en varias tiendas físicas es nuestro desafío este año. Como segundo desafío, es crear estrategias con algunos canales institucionales, así como con hoteles, restoranes o cafeterías. Y otro desafío importante este año, es el de añadir más productos a nuestra oferta y asesorar sobre el compostaje».
Por el momento, este emprendimiento sólo tiene presencia física en pequeñas tiendas, entre Viña del Mar o Concón. Por esta razón, la manera más fácil de encontrarlos, será en su página web iamnotplastic.cl. Ahí puedes comprar de manera sencilla, y tienen despacho a cualquier parte del país. Además, se encuentran también en tiendas online como Mercado Libre o Denda.